El fabricante automovilístico chino BYD ha causado un gran revuelo en la industria, gracias a sus recientes movimientos que han dejado a todos sorprendidos. La compañía ha presentado una tecnología de conducción autónoma innovadora llamada "Ojo de Dios", diseñada para competir con los líderes del mercado. Este sistema representa un avance significativo en la autonomía vehicular y se ofrece en tres versiones distintas para adaptarse a diferentes segmentos del mercado. Además, BYD decidió ajustar los precios de varios de sus modelos, lo que ha generado reacciones mixtas entre los consumidores.

La implementación de estas nuevas tecnologías junto con la reducción de precios ha provocado cierta inquietud entre los clientes anteriores. Muchos propietarios de vehículos BYD se sienten descontentos debido a la rápida evolución de la tecnología y la estrategia de precios de la empresa. Plataformas de atención al cliente han registrado numerosas quejas, destacando la plataforma 12365auto, que ha recibido más de 4.700 reclamos en solo una semana. Los usuarios demandan compensaciones económicas y actualizaciones gratuitas, argumentando que no fueron informados sobre los cambios futuros.

Ante esta situación, BYD ha reconocido su error y ha expresado su compromiso de gestionar las quejas a través de sus departamentos correspondientes. Aunque aún no se ha anunciado ninguna indemnización, la empresa está tomando medidas para abordar las preocupaciones de sus clientes. Esta controversia refleja la intensa competencia y la rápida evolución del sector automotriz en China, donde los consumidores enfrentan retos ante los cambios constantes. Sin embargo, también destaca la importancia de la transparencia y la comunicación efectiva entre las empresas y sus clientes para mantener la confianza y la lealtad en un mercado tan dinámico.