El pasado domingo 23 de febrero, la ciudad de Puebla se convirtió en un lienzo para el arte sobre ruedas. Más de cien vehículos antiguos recorrieron las principales calles de la ciudad, partiendo desde el Museo Internacional del Barroco hasta llegar al Museo del Automóvil de Puebla. Este evento, organizado por entidades culturales y automovilísticas locales, no solo ofreció un espectáculo visual impresionante, sino que también integró elementos históricos y culturales, permitiendo a los asistentes revivir momentos del pasado a través de estas máquinas legendarias.

Desde tempranas horas de la mañana, el estacionamiento del Museo Internacional del Barroco se transformó en una exposición al aire libre. Los vehículos fueron dispuestos meticulosamente según su año y modelo, proporcionando a los visitantes una oportunidad única para apreciar la evolución del diseño automotriz. A medida que avanzaba la mañana, la emoción crecía entre los asistentes, quienes esperaban con ansias el inicio del desfile.

A las 12:30 horas, el desfile dio inicio oficialmente. La caravana de autos clásicos tomó rumbo por las principales vías de la ciudad, incluyendo la 23 Sur, la avenida Juárez y el bulevar Hermanos Serdán. Las calles se llenaron de admiradores que salieron a observar este despliegue de historia rodante. Entre los modelos más destacados se encontraba un Dodge de 1929, el vehículo más antiguo presente en la exhibición, que cautivó a todos los presentes con su presencia imponente.

Este evento contó con la participación de importantes figuras del mundo automovilístico, como representantes de diversas asociaciones y clubes especializados. Su presencia subrayó la importancia del encuentro como plataforma para compartir conocimientos y experiencias relacionadas con la restauración y conservación de estos tesoros móviles. Además, el evento fue respaldado por el gobierno estatal, liderado por Alejandro Armenta, quien busca promover actividades que fomenten la cultura y la convivencia familiar.

La jornada concluyó con una celebración de la historia y la tradición. Los participantes y espectadores compartieron un día lleno de emociones y descubrimientos. Este desfile no solo mostró la belleza de los autos clásicos, sino que también resaltó su papel como testigos vivos de diferentes épocas. Al finalizar el recorrido, muchos asistentes expresaron su gratitud por haber podido ser parte de esta experiencia única, que une el pasado y el presente en un viaje inolvidable por las calles de Puebla.