La extraordinaria racha de Carlos Alcaraz, que acumulaba 16 victorias consecutivas en Indian Wells, llegó a su fin tras enfrentarse a Jack Draper. El británico, con un desempeño impresionante, detuvo el avance del español y se aseguró su primera final de Masters 1000. En un partido lleno de altibajos, Draper mostró una gran versatilidad y superó a Alcaraz por 6-1, 0-6 y 6-4.
El encuentro fue testigo de tres sets muy distintos entre sí, donde cada uno tuvo momentos estelares para ambos jugadores. Aunque Alcaraz intentó recuperarse tras un primer set devastador, no logró mantener el ímpetu necesario en el tercero. Por otro lado, Draper aprovechó su oportunidad histórica, consolidando su posición dentro del top-10 mundial y enfrentándose ahora a Holger Rune por el título.
El inicio del partido resultó ser un auténtico desastre para el campeón defensor. En apenas 23 minutos, Jack Draper dominó completamente al español, impidiendo cualquier tipo de respuesta efectiva. Con un juego sólido y preciso, el británico dejó claro desde el principio que estaba decidido a romper la racha invicta de Alcaraz.
Este primer set marcó un antes y un después en el desarrollo del partido. Los números hablan por sí solos: Alcaraz solo pudo introducir el 38% de sus primeros saques y cometió numerosos errores no forzados. Mientras tanto, Draper explotó su revés y su derecha con maestría, ganando 24 de los 34 puntos disputados. Este dominio absoluto dejó atónito al público y puso en duda si Alcaraz podría revertir la situación.
Tras el descalabro inicial, Alcaraz encontró una chispa de resistencia en el segundo set. Con una versión más agresiva y determinada, logró imponerse con autoridad, otorgándole un 6-0 contundente a su rival. Sin embargo, esta reacción no fue suficiente para mantener el ritmo en el tercer set, donde Draper volvió a tomar las riendas del partido.
El tercer set fue un reflejo de la madurez y la perseverancia de Draper. A pesar de haber sido aplastado en el segundo parcial, el británico mantuvo la calma y recuperó su nivel inicial. En un emocionante intercambio de dejadas, logró quiebres cruciales que le permitieron liderar el marcador. Aunque Alcaraz intentó presionar hacia el final, Draper supo gestionar su ventaja y cerró el partido con decisión, sellando así su lugar en la historia del torneo.