En una reciente reunión con el Senado mexicano, representantes del sector automotriz expresaron su preocupación acerca de las posibles consecuencias económicas que traerían consigo los aranceles propuestos por Estados Unidos. Estos gravámenes podrían aumentar significativamente el costo de los vehículos en el mercado norteamericano y generar efectos negativos en diversas áreas de la economía. Los expertos advierten que tal medida podría tener repercusiones desastrosas tanto para la industria como para el comercio bilateral entre ambos países.
El presidente de la Industria Nacional de Autopartes, Francisco González Díaz, enfatizó durante su intervención que estos impuestos podrían resultar en un incremento promedio de 3 mil dólares en el precio de los vehículos vendidos en Estados Unidos. Además, mencionó que si este país decidiera dejar de importar vehículos desde México, necesitaría construir 18 nuevas plantas e invertir más de 50 mil millones de dólares para cubrir la demanda interna. Este escenario sería catastrófico no solo para la producción sino también para el empleo y la inversión en ambos territorios.
Rogelio Arzate, líder de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, agregó que los precios de los vehículos podrían llegar a superar los 35 mil dólares debido a los aranceles. Esta situación afectaría directamente a los consumidores estadounidenses, quienes verían reducida su capacidad adquisitiva frente a estos productos esenciales. El aumento de costos tendría un impacto inmediato en las ventas y, por ende, en la estabilidad económica del sector automotriz.
Por último, la coordinadora de Estudios Económicos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores subrayó que los aranceles podrían equivaler a una disminución de dos puntos porcentuales en el Producto Interno Bruto (PIB) de México. Esta contracción tendría correlativos en distintos sectores de la economía nacional, especialmente en la distribución y comercialización de vehículos dentro del mercado interno. La implementación de estas medidas arancelarias amenaza con desestabilizar no solo la cadena de suministro sino también el crecimiento económico general.
Las declaraciones de los representantes del sector automotriz revelan la gravedad de las posibles implicaciones que tendrían los aranceles propuestos. Las autoridades y legisladores deberán considerar cuidadosamente estas advertencias al evaluar las políticas comerciales entre México y Estados Unidos. Es fundamental buscar soluciones que beneficien a ambas economías sin poner en riesgo la competitividad y el desarrollo de la industria automotriz en la región.