Desde su retiro oficial hace un año, la exjugadora número uno mundial ha encontrado nuevas formas de mantenerse conectada al mundo del tenis. En su reciente visita al Madrid Open como embajadora de Tennis Channel, Garbiñe Muguruza comparte sus perspectivas sobre diversos temas relacionados con el deporte. A través de esta nueva etapa profesional, Garbiñe se encuentra involucrada no solo en la retransmisión de torneos españoles gracias a un acuerdo reciente, sino también en proyectos como la serie VIP Sala de Tenis, donde entrevista a destacadas figuras del circuito.
Un aspecto clave en la vida post-retiro es cómo la calidad de vida mejora considerablemente cuando se deja atrás la constante competición y los viajes incesantes. Garbiñe expresa que tomó la decisión correcta al retirarse en el momento adecuado. Aunque reconoce que abandonar la actividad competitiva fue natural para ella, destaca la importancia de saber cuándo alejarse del juego. Su relación actual con el tenis sigue siendo cercana, aunque ya no compite directamente. Ella considera que seguir vinculada al deporte le permite disfrutarlo desde otra perspectiva sin experimentar nostalgia por las canchas.
En cuanto al futuro del tenis, Muguruza aboga por la unidad entre hombres y mujeres en el ámbito competitivo. Apoya ideas como la fusión de la WTA y la ATP, una visión compartida por Billie Jean King, lo que podría facilitar la gestión global del deporte. También comenta sobre temas actuales como los casos de dopaje y las críticas hacia jugadores prominentes, defendiendo posiciones justas y equilibradas. Respecto a su país natal, España, valora el talento emergente femenino y critica las expectativas excesivamente altas que rodean a los nuevos talentos locales.
El legado de Garbiñe Muguruza trasciende más allá de sus logros en el circuito profesional. Su capacidad para adaptarse y encontrar nuevas maneras de contribuir al desarrollo del tenis refleja una mentalidad proactiva y visionaria. La fusión de experiencia personal y compromiso con el crecimiento del deporte ilustra cómo incluso después de colgar la raqueta, es posible seguir influyendo positivamente en la comunidad deportiva. Su ejemplo demuestra que el éxito no solo se mide en títulos ganados, sino también en la capacidad de evolucionar y ayudar a otros a alcanzar sus metas.