En la madrugada del 18 de febrero, un incidente en el partido de Lanús puso al descubierto una técnica sofisticada y rápida para robar vehículos. Los ladrones utilizan dispositivos avanzados que copian la frecuencia de las llaves electrónicas, permitiéndoles acceder y encender los vehículos sin despertar sospechas ni ejercer violencia. Este método, conocido como "ataque de retransmisión", se ha vuelto cada vez más común en Argentina desde hace aproximadamente un año, especialmente en 2024.
En la oscuridad de una tranquila calle de Lanús, a las 2:45 de la madrugada, un vehículo sospechoso detuvo su marcha frente a una camioneta estacionada. Dos individuos descendieron y, en apenas cuatro minutos, lograron abrir la puerta del rodado, arrancarlo y huir con él. Las cámaras de seguridad capturaron este golpe rápido y eficaz, revelando cómo los delincuentes usaron equipos que interceptaron y clonaron la frecuencia de la llave electrónica del vehículo. Esta modalidad de robo no solo permite abrir el vehículo, sino también ponerlo en marcha sin forzar cerraduras o ventanas.
Los expertos explican que esta técnica requiere la participación de al menos dos personas: uno amplifica la señal de la llave original desde fuera del alcance normal, mientras que el otro utiliza un dispositivo para recibir y transmitir esa señal al vehículo. Aunque el código clonado solo funciona una vez, los ladrones suelen llevar los vehículos robados a talleres clandestinos para desarmarlos y vender sus partes.
Este tipo de robos pone de manifiesto la necesidad de actualizar las medidas de seguridad en los vehículos modernos. La tecnología avanza rápidamente, y con ella surgen nuevas formas de delincuencia. Sin embargo, existen soluciones sencillas y efectivas, como guardar la llave del vehículo en una "jaula de Faraday" para evitar que su señal sea interceptada. Este caso nos recuerda que la prevención es fundamental y que pequeños cambios en nuestros hábitos pueden hacer una gran diferencia en nuestra seguridad.