La tenista bielorrusa demostró su dominio en la cancha con un desempeño lleno de intensidad y precisión. Desde el inicio, Aryna Sabalenka dejó claro que no estaba dispuesta a ceder terreno frente a Jessica Pegula, quien representaba una oposición fuerte gracias a su posición destacada en el ranking mundial. A pesar de los errores propios de un juego agresivo, Sabalenka logró imponerse con solidez en una final emocionante que duró poco más de una hora.
El desarrollo del partido estuvo marcado por una lucha constante por el control. En un comienzo lleno de altibajos, ambas jugadoras intercambiaron ventajas, con varias roturas de servicio que mantuvieron la incertidumbre sobre quién tomaría la delantera. Sin embargo, Sabalenka mostró su experiencia al recuperarse rápidamente tras perder el primer juego del segundo set. Con un estilo directo y confianza renovada, la número uno del mundo fue capaz de revertir la situación sin dificultad, asegurando así su victoria con autoridad.
Este triunfo representa un hito importante en la carrera de Sabalenka, consolidándola como una de las figuras principales del circuito profesional. Al conquistar su segundo título del año, la campeona ha superado barreras significativas que antes parecían insuperables, especialmente en torneos de gran relevancia como este WTA 1000 de Miami. Su determinación y capacidad para adaptarse bajo presión demuestran que el éxito en el deporte radica no solo en el talento natural, sino también en la resiliencia y el trabajo constante hacia objetivos ambiciosos.