Un lunes fatídico en la ciudad mendocina de San Martín presenció un accidente automovilístico devastador. Un vehículo que transportaba a una familia sufrió un choque contra el guardarraíl y volcó, lo que resultó en la pérdida de tres vidas y dejó dos personas heridas. El incidente ocurrió en la ruta 7, cerca del kilómetro 986, cuando los ocupantes regresaban de unas vacaciones. Se sospecha que la conductora pudo haberse quedado dormida al volante, perdiendo así el control del vehículo. Las consecuencias de este trágico suceso han conmocionado a la comunidad local y han generado una ola de solidaridad hacia los supervivientes.

El siniestro tuvo lugar aproximadamente a las 9 de la mañana, en plena doble vía de la ruta 7. Según relatos de testigos, el vehículo, una camioneta Toyota Hilux SW4, cruzó al carril contrario antes de girar bruscamente hacia la derecha. Este movimiento abrupto provocó que chocara contra el guardarraíl y volcara en dos ocasiones. Entre los fallecidos se encuentran Gustavo Gómez, un reconocido empresario de 46 años, junto con sus hijos Trinidad y Ramiro, de 15 y 17 años respectivamente. Por otro lado, María Carolina Laiolo, la conductora de 43 años, y su hija Micaela, de 19, sobrevivieron pero sufrieron lesiones que requirieron atención médica urgente en el Hospital Perrupato de San Martín.

Gustavo Gómez era un hombre destacado en varias áreas. Fundó Old Train Smoked Meat, un negocio de carnes ahumadas, y también fue presidente de la Asociación Deportiva Centenario en Neuquén. Su labor en la industria petrolera lo llevó a residir en diferentes lugares, incluyendo Centenario y Mendoza. Además, su hija Trinidad era conocida por su excelencia académica, habiendo sido galardonada con medallas de honor y seleccionada como abanderada en su último año escolar.

La tragedia ha dejado una profunda huella en la comunidad. Amigos y conocidos expresaron su pesar a través de redes sociales, compartiendo recuerdos y mensajes de apoyo. Una emisora de radio local publicó un emotivo adiós a Gustavo Gómez, mientras que otros amigos recordaron su sonrisa y buen carácter. La familia había mudado a Mendoza hace apenas un año, trasladándose desde Buenos Aires debido a las responsabilidades laborales de Gustavo. Este trágico evento ha dejado un vacío imborrable en las vidas de quienes lo conocían y amaban.

Las repercusiones de este incidente se extienden más allá de la pérdida inmediata. La comunidad se ha unido para ofrecer consuelo y apoyo a los supervivientes, demostrando una vez más la fortaleza y la empatía que caracterizan a estos momentos difíciles. Los detalles específicos del accidente continúan siendo investigados para determinar las causas exactas y prevenir futuros eventos similares.