En un emocionante comienzo del torneo de Barcelona, el tenista griego Stefanos Tsitsipas demostró su superioridad al derrotar fácilmente al estadounidense Reilly Opelka con un marcador de 6-2, 6-2. Este enfrentamiento destacó la diferencia técnica entre ambos jugadores, donde Tsitsipas dominó desde el primer punto hasta el último. Con un estilo sólido y consistente, el tercer cabeza de serie dejó claro que es uno de los favoritos para llevarse el título. Por su parte, Opelka, conocido por su poderoso saque, no pudo hacer frente a la presión del griego, quien aprovechó cada oportunidad para romper su servicio.

El partido comenzó con una estrategia clara por parte de Tsitsipas: neutralizar el temible saque de Opelka. Aunque inicialmente el norteamericano mantuvo cierta resistencia gracias a su efectividad en el servicio, pronto quedó evidente que necesitaría más armas para competir. En el cuarto juego del primer set, cuando el marcador mostraba 2-2, el griego logró capitalizar una ventaja crucial tras obtener tres pelotas de break. A partir de ese momento, el control absoluto del encuentro pasó a manos de Tsitsipas, quien impuso su ritmo sin dar espacio para reacción.

Consecuentemente, el segundo set siguió la misma tónica. Opelka, visiblemente agotado tanto física como mentalmente, cedió rápidamente ante las habilidades técnicas y tácticas del griego. Tsitsipas no solo se mostró seguro en sus golpes, sino también preciso en sus decisiones estratégicas, lo que le permitió cerrar el duelo sin mayores contratiempos. Su única dificultad notable ocurrió en el penúltimo juego, aunque esto no afectó significativamente su desempeño global.

Este triunfo coloca a Tsitsipas en una posición favorable para avanzar hacia etapas más decisivas del torneo. En la próxima ronda, enfrentará a Korda, quien previamente eliminó a Matteo Arnaldi. Este resultado refuerza la reputación del griego como uno de los principales contendientes al título, demostrando una vez más su capacidad para imponerse incluso ante adversarios con características tan distintivas como el potente saque de Opelka.

La actuación de Tsitsipas en esta primera ronda deja un mensaje claro: está listo para luchar por el campeonato. Su eficiencia y determinación en la cancha indican que podría ser un rival difícil de vencer en las próximas fases del torneo. Los aficionados esperan con ansias ver cómo evoluciona su rendimiento ante retos aún mayores en Barcelona.