Después de seis años en el puesto, David Ferrer está a punto de despedirse como director del prestigioso torneo Godó. Este cambio llega tras la final entre Carlos Alcaraz y Holger Rune. Ferrer ha expresado que esta decisión se debe a la necesidad de priorizar otras áreas importantes de su vida, como su familia y sus compromisos profesionales, incluyendo su rol como capitán de la Copa Davis. Aunque aún no se ha confirmado quién ocupará su lugar, todo apunta a Tommy Robredo como posible sucesor.

David Ferrer explicó su decisión durante una rueda de prensa el sábado, destacando que ya no sentía la energía suficiente para dedicarse completamente al torneo. Reconoció que siempre ha sido coherente y honesto tanto en lo profesional como en lo personal, lo que le llevó a tomar esta difícil decisión. Durante su tiempo como director, Ferrer ha dejado huella al impulsar cambios significativos en el formato del torneo, como reducir el cuadro de 48 a 32 jugadores, lo que ha mejorado considerablemente la calidad de los partidos desde las primeras rondas.

Además, Ferrer mencionó la fortuna de haber presenciado la transición generacional en el tenis, con la aparición de Carlos Alcaraz como una estrella emergente tras la era Rafael Nadal. Según él, este cambio es un regalo invaluable para el torneo y asegura su continuidad en el panorama internacional. Ferrer también subrayó el apoyo y cariño recibido de todos los involucrados en el torneo, algo que valora profundamente.

En cuanto a su futuro inmediato, Ferrer confesó sentirse feliz y satisfecho con su experiencia en el torneo Godó. Destacó que cerrar esta etapa de manera ordenada abre nuevas oportunidades personales y profesionales. Respecto a su posible sucesor, afirmó que Tommy Robredo sería una excelente elección debido a su entusiasmo, conocimiento y experiencia dentro del mundo del tenis.

A medida que Ferrer da un paso al costado, queda claro que su legado perdurará en el torneo Godó. Su liderazgo transformó el evento en una competencia más dinámica y atractiva para los aficionados. Con nuevos retos por enfrentar y figuras prometedoras como Alcaraz, el torneo parece estar listo para continuar creciendo bajo nuevas manos, mientras Ferrer emprende nuevos caminos llenos de posibilidades.