El tenista alemán Alexander Zverev demostró su favoritismo al regresar a la final del torneo de Múnich, consolidándose como uno de los jugadores más destacados del circuito ATP. Tras derrotar con autoridad al húngaro Fabian Marozsan por 7-6 (3) y 6-3, Zverev se aseguró un lugar en su trigésima octava final profesional, buscando sumar su vigésimo cuarto título. Este enfrentamiento marcó su segunda victoria consecutiva contra Marozsan, quien no pudo mantener el ritmo tras el primer set. Enfrente, Zverev buscará imponerse sobre el estadounidense Ben Shelton, quien también accedió a la final tras una ardua batalla contra Francisco Cerúndolo.
La actuación de Zverev en este torneo refleja su experiencia y determinación, especialmente después de una temporada sin títulos importantes. El jugador alemán, ganador de este certamen en 2017 y 2018, mostró su mejor versión durante el partido contra Marozsan. Aunque comenzó con cierta dificultad en el primer set, rápidamente tomó el control del juego gracias a su precisión y potencia en el saque. Su desempeño fue clave para neutralizar a un oponente que ocupaba la posición 77 en el ranking mundial.
Por otro lado, Ben Shelton ha sorprendido al circuito con su progresión en tierra batida. El estadounidense logró avanzar a su primera final ATP 500 en esta superficie, marcando un hito importante en su carrera. Su enfrentamiento contra Francisco Cerúndolo fue un ejemplo de perseverancia y habilidad técnica. Después de perder el primer set, Shelton reaccionó con fuerza, llevando el segundo set al tie-break y dominando el tercero con solidez. Esta victoria no solo le otorga una oportunidad única ante Zverev, sino que también pone fin a una sequía de presencias estadounidenses en finales de este nivel desde hace más de una década.
El encuentro entre ambos promete ser intenso y cargado de emoción. Si bien Zverev cuenta con una amplia experiencia en grandes escenarios, Shelton llega con la motivación de confirmarse como una figura emergente en el tenis profesional. La rivalidad entre ambos aún está en sus inicios, pero ya han compartido momentos memorables en otros torneos. Ahora, el desafío será adaptarse a las características únicas de la tierra batida, donde ninguna de las dos estrellas ha medido sus capacidades previamente.
En conclusión, la final del torneo de Múnich reunirá a dos tenistas con estilos distintivos y aspiraciones claras. Zverev busca recuperar el brillo que lo caracterizó en años anteriores, mientras que Shelton anhela consolidarse como una amenaza seria en el circuito. Ambos tienen mucho en juego, y su enfrentamiento será una prueba decisiva de talento, estrategia y resistencia física.