En un giro dramático de los eventos, el comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Víctor Zanabria, ha desvelado detalles escalofriantes sobre el asesinato de la exfuncionaria parlamentaria Andrea Vidal. La investigación sugiere que la víctima fue seguida desde la residencia de su expareja Rodrigo Falcón hasta el lugar del crimen, utilizando un vehículo y dos motocicletas. Esta revelación refuerza la hipótesis de que los sicarios actuaron con información precisa sobre los movimientos de Vidal. Además, las armas utilizadas en el crimen tienen conexiones con otros homicidios en la ciudad, lo que indica una red criminal más amplia.
Detalles del Crimen y las Investigaciones
El 10 de diciembre de 2024, en una noche de inquietud, se produjo el ataque mortal contra Andrea Vidal. Según declaraciones del jefe policial, la presencia simultánea de un vehículo y dos motocicletas ese día respalda la idea de que los sicarios contaban con antelación sobre los movimientos de la víctima. Desde que Vidal salió de la casa de Falcón, estaba siendo vigilada y seguida por los criminales. Las investigaciones apuntan a que alguien debió haber informado a los sicarios sobre sus planes para actuar de manera oportuna.
Zanabria también confirmó que las armas empleadas en este crimen están vinculadas a otros casos de homicidio en distintos barrios de la ciudad, incluyendo Villa María y San Juan de Lurigancho. Aunque las víctimas no estaban relacionadas con el trabajo sexual, algunas tenían antecedentes penales o conflictos territoriales, lo que sugiere que estas armas eran utilizadas para contratos de sicariato.
Falcón, quien había estado en contacto con Jorge Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal del Congreso y figura central en una supuesta red de prostitución, negó cualquier conocimiento sobre la participación de Vidal en actividades ilícitas. Sin embargo, mensajes comprometedores encontrados en uno de los teléfonos de la víctima hablaban de fantasías sexuales, lo que añade complejidad al caso. Además, Falcón reveló que le regaló un iPhone a Vidal, que activó la función de ubicación en tiempo real, permitiendo un seguimiento detallado de sus movimientos.
Tras un paseo en la plaza San Miguel, Vidal solicitó un taxi para regresar a su hogar. Durante el viaje, ambos mantuvieron comunicación por WhatsApp, pero después de las 9:30 p.m., Falcón notó que ya no recibía mensajes. Preocupado, contactó al padre de Vidal y descubrió el trágico final. La exfuncionaria permaneció en cuidados intensivos durante casi una semana antes de fallecer.
Desde una perspectiva periodística, este caso arroja luz sobre las redes de corrupción y sicariato que operan en las sombras. La muerte de Andrea Vidal destapa una trama que va más allá de lo evidente, revelando vínculos entre figuras políticas y criminales. Este incidente subraya la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad y justicia para prevenir tragedias similares en el futuro. Es imperativo que las autoridades continúen investigando hasta desmantelar todas las ramificaciones de esta red criminal.