La expansión de Arabia Saudí en el ámbito deportivo global está transformando la industria, y el tenis no escapa a esta influencia. A través de inversiones estratégicas y colaboraciones internacionales, el país busca consolidarse como un destino clave para este deporte. Según Massimo Calvelli, director general de la ATP, la integración del tenis en Arabia Saudí trasciende lo meramente competitivo, abarcando dimensiones sociales y económicas que prometen un impacto duradero. Este enfoque holístico pretende redefinir el ecosistema deportivo del país mediante iniciativas pioneras.
Entre los proyectos más ambiciosos destacan las conversaciones para traer un Masters 1.000 a Arabia Saudí, con una fecha tentativa para 2028. Este evento, considerado la máxima categoría dentro del circuito ATP (solo por debajo de los Grand Slams), representaría un hito en la historia deportiva del país. La materialización de este proyecto dependerá de la estrecha colaboración entre entidades locales, como el Fondo de Inversión Pública (PIF), y organizaciones internacionales. Según Calvelli, estas negociaciones ya están en marcha, respaldadas por inversiones significativas destinadas a desarrollar infraestructuras adecuadas y fomentar el interés público hacia el tenis.
El desembarco saudí en el tenis ha sido gradual pero constante. Desde la celebración de torneos como las NextGen Finals en Yeda hasta su participación en exhibiciones como el Six Kings Slam, donde figuras destacadas del deporte compiten bajo la bandera saudí, se evidencia un compromiso sólido con este deporte. Además, la incorporación del nombre PIF en los rankings oficiales refleja la creciente influencia del país en la estructura misma del tenis mundial. En este contexto, Calvelli también planteó la necesidad de unificar las asociaciones ATP y WTA para maximizar las oportunidades comerciales, lo que podría abrir nuevas puertas para futuros acuerdos mutuamente beneficiosos.
Este enfoque inclusivo y visionario no solo eleva el perfil del tenis en Arabia Saudí, sino que también inspira a otras naciones a adoptar estrategias similares. Al combinar recursos financieros, infraestructuras modernas y pasión por el deporte, se está sentando las bases para un futuro donde el tenis pueda florecer en regiones tradicionalmente menos exploradas. Esta alianza entre innovación y tradición demuestra que el deporte tiene el poder de unir culturas y generar un impacto positivo tanto en las comunidades locales como en el mundo global.