El anuncio de este jueves sobre la venta de la operación industrial y comercial de Mercedes-Benz Argentina al grupo empresario Open Cars SA ha abierto un panorama lleno de posibilidades. Las declaraciones del CEO de Prestige Auto, Daniel Herrero, han ofrecido detalles significativos sobre los planes futuros. Herrero enfatizó en el crecimiento de la producción actual y explorar oportunidades en electromovilidad. Además, se destacó la posibilidad de asociarse con marcas chinas para expandir su oferta en el mercado local e internacional.
La adquisición de Mercedes-Benz Argentina por parte de Open Cars SA marca un hito importante en la industria automotriz argentina. El objetivo principal es maximizar la capacidad productiva existente y prepararse para proyectos futuros en electromovilidad. La planta de Virrey del Pino continuará produciendo el utilitario Sprinter hasta 2030, mientras que se exploran nuevas oportunidades paralelas. Este enfoque garantiza la continuidad de la producción actual y abre caminos para innovaciones tecnológicas.
En detalle, la estrategia implica asegurar la producción de vehículos actuales a su máxima capacidad antes de explorar nuevos horizontes. Según Herrero, esto incluye no solo mantener sino incrementar rápidamente la producción actual de modelos como el Sprinter. A largo plazo, la empresa tiene en mente desarrollar proyectos en electromovilidad, lo que podría implicar asociaciones con fabricantes internacionales. Este enfoque estratégico permite una transición gradual hacia tecnologías más sostenibles, manteniendo la estabilidad y confiabilidad de la producción actual.
La visión de Prestige Auto va más allá de la producción tradicional de vehículos térmicos. Herrero mencionó la posibilidad de asociarse con fabricantes chinos para introducir vehículos eléctricos en el mercado argentino. Esto representa un paso crucial hacia la modernización de la industria automotriz local. Las opciones incluyen BYD y SAIC, dos gigantes chinos que ya tienen presencia en otros países latinoamericanos y muestran interés en expandirse a Argentina.
La entrada de marcas chinas en la planta de Virrey del Pino podría ser un hito significativo para la industria local. Herrero señaló que cualquier opción es válida, incluyendo la posibilidad de asociarse con fabricantes chinos para producir vehículos eléctricos en Argentina. Esta colaboración permitiría aprovechar la tecnología avanzada y la eficiencia de producción de estas empresas asiáticas, adaptándola a las necesidades del mercado latinoamericano. Además, la implementación de esquemas CKD (Componentes Desmontados Complejos) podría facilitar la integración de componentes locales en la producción, fortaleciendo la cadena de suministro nacional y regional.