El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado desde su residencia en Mar-a-Lago planes para implementar gravámenes considerables sobre vehículos importados y otros sectores cruciales. Estas medidas responden a lo que el mandatario considera una injusticia comercial por parte de la Unión Europea. Las tarifas podrían alcanzar el 25% o más en algunos casos, con posibles incrementos durante el año. Esta postura se da previo a una reunión entre altos funcionarios europeos y estadounidenses en Washington.
Desde hace tiempo, Trump ha expresado su descontento con el balance comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea. En declaraciones recientes, señaló que existe un déficit comercial significativo, estimado en 350 mil millones de dólares. El líder republicano enfatizó que los productos agrícolas y automotrices estadounidenses no tienen acceso adecuado al mercado europeo. Estas observaciones fueron hechas durante un evento de firma de órdenes ejecutivas en su residencia de retiro en Florida.
Los semiconductores y las industrias farmacéuticas también serán objeto de estas nuevas políticas arancelarias. Según Trump, las tasas impositivas en estos sectores pueden ser incluso superiores al 25%, con aumentos sustanciales proyectados para el resto del año. Este anuncio se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre ambos bloques económicos.
La próxima jornada, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, sostendrá un encuentro crucial en Washington con sus homólogos estadounidenses. Este diálogo tiene como objetivo abordar la decisión de Trump de imponer aranceles "recíprocos" a la Unión Europea, en respuesta a impuestos como el IVA, así como a materias primas como aluminio y acero. Los resultados de esta reunión podrían tener importantes implicaciones para las relaciones comerciales bilaterales.
Este anuncio marca un punto crítico en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea. Mientras Trump busca corregir lo que considera desequilibrios injustos, Bruselas prepara su estrategia para proteger los intereses de sus miembros. La reunión programada en Washington será fundamental para determinar el rumbo futuro de estas relaciones económicas estratégicas.