El mandatario estadounidense ha anunciado posibles gravámenes sobre vehículos importados, buscando equilibrar las relaciones comerciales. Durante su estancia en Mar-a-Lago, Florida, el líder republicano expresó que estos impuestos podrían situarse alrededor del 25% o incluso superar este porcentaje. Sin embargo, otorgará un plazo hasta principios de abril para tomar una decisión final. Trump enfatizó la necesidad de permitir a las empresas tiempo suficiente para establecer operaciones dentro del país y evitar así los aranceles. También destacó la reciente reducción de los gravámenes europeos sobre automóviles y subrayó la importancia de que todas las naciones jueguen bajo las mismas reglas comerciales.
En sus declaraciones, el presidente señaló que espera que las organizaciones industriales aprovechen este periodo para reevaluar sus estrategias de fabricación. Este margen de tiempo proporciona oportunidades para que las compañías consideren la posibilidad de trasladar sus operaciones a territorio estadounidense. Además, Trump resaltó la disminución significativa de los aranceles en la Unión Europea (UE), que han pasado de un 10% a un 2.5%, alineándose con los estándares estadounidenses. Esta medida busca garantizar un campo de juego más justo en el comercio internacional.
El déficit comercial entre Estados Unidos y la UE ha sido un tema recurrente en las discusiones del presidente. Según datos oficiales, este déficit alcanzó los 235 mil millones de dólares en bienes durante el año 2024. Aunque existió un superávit en servicios, Trump insiste en que es necesario corregir desequilibrios como la falta de compras de productos agrícolas estadounidenses por parte de Europa. Estas desigualdades comerciales son vistas como un obstáculo que requiere atención inmediata.
En paralelo, funcionarios europeos se encuentran en Washington para abordar estos temas. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, llegó a la capital estadounidense para reunirse con futuros contrapartes estadounidenses. Estas negociaciones buscan encontrar soluciones viables y fortalecer las relaciones comerciales entre ambas partes. La confirmación pendiente de los nuevos representantes en el Senado añade un elemento de incertidumbre a estas conversaciones.
La propuesta de aranceles y las negociaciones actuales reflejan la intención del gobierno estadounidense de reequilibrar las relaciones comerciales internacionales. Los comentarios del presidente sugieren un enfoque hacia políticas que fomenten la producción local y promuevan condiciones comerciales más justas. Este movimiento podría tener implicaciones significativas para el sector automotriz global y marcar un nuevo capítulo en las dinámicas económicas entre Estados Unidos y la Unión Europea.