Álex de Miñaur, una estrella en ascenso del tenis mundial, ha logrado un hito inédito al vencer a Grigor Dimitrov con un doble 6-0 en menos de una hora. Este resultado coloca al jugador australiano entre los cuatro mejores del Masters 1.000 de Montecarlo, enfrentándose próximamente a quien salga victorioso entre Lorenzo Musetti y Stefanos Tsitsipas. Este triunfo marca la primera vez que se registra un doble rosco en cuartos de final desde la creación de la categoría en 1990.

El desempeño excepcional de De Miñaur no solo sorprendió a sus seguidores, sino también al propio jugador, quien reconoció que nunca antes había ganado o perdido por esta contundente puntuación. Su récord único lo posiciona como uno de los atletas más destacados del torneo.

Un Dominio Sin Igual

La actuación de Álex de Miñaur en el Masters 1.000 de Montecarlo es un testimonio de su habilidad técnica y mental. Enfrentando a un experimentado oponente como Grigor Dimitrov, Miñaur demostró un nivel superior de juego, marcando un momento histórico con un doble 6-0 en tan solo 44 minutos. Este desempeño destaca no solo por su rapidez, sino también por su precisión y estrategia en la cancha.

Desde el inicio del partido, quedó claro que Miñaur estaba en una misión. Cada saque, cada golpe y cada movimiento estratégico fueron ejecutados con perfección. La velocidad y la agresividad con las que abordó el juego le permitieron controlar completamente el ritmo del encuentro. Aunque Dimitrov intentó reaccionar, las defensas del búlgaro fueron insuficientes ante el ataque implacable del australiano. Este triunfo no solo refleja el talento de Miñaur, sino también su capacidad para manejar situaciones de alta presión.

Una Marcación en la Historia

El logro de Álex de Miñaur trasciende lo meramente deportivo, convirtiéndose en un hito dentro de la historia del tenis profesional. Al ser el primer doble rosco registrado en cuartos de final de un Masters 1.000 desde 1990, este evento marca un punto de inflexión en la carrera del jugador. Además, su comentario posterior sobre la rareza de tal resultado subraya la singularidad de este momento tanto para él como para el deporte en general.

En una entrevista tras el partido, Miñaur expresó su asombro al recordar que jamás había experimentado una victoria ni una derrota por esta contundente puntuación. Este detalle añade una capa adicional de significado a su hazaña, ya que evidencia su dominio absoluto sobre el terreno de juego. Mientras avanza hacia semifinales, todos los ojos estarán puestos en cómo continuará escribiendo su historia en Montecarlo, enfrentándose ahora a otro contendiente de gran calibre. El futuro parece prometedor para este joven talento cuyo nombre ya está grabado en la memoria del tenis mundial.