La icónica marca francesa Babolat celebra su aniversario número 150 con una destacada trayectoria en el mundo del tenis. Eric Babolat, CEO de la empresa, compartió recientemente sus reflexiones sobre la historia y futuro de la compañía durante una reunión exclusiva con periodistas. Originándose como fabricantes de cuerdas para instrumentos musicales, Babolat se transformó en un referente en raquetas de tenis gracias a su espíritu innovador. La relación entre Babolat y talentosos jugadores españoles, como Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, ha sido clave en este proceso. Además, el líder empresarial aborda temas como la evolución del deporte y cómo las emociones de los atletas conectan con el público moderno.
En 1875, cuando el tenis comenzaba a definir sus reglas en Gran Bretaña, Babolat dio un paso audaz al desarrollar cuerdas específicamente diseñadas para este deporte. Esta decisión marcó el inicio de una larga tradición de excelencia que hoy sigue siendo relevante. Durante la charla, Eric Babolat explicó cómo esta transición inicial cambió el rumbo de la empresa. “No estamos celebrando solo el pasado, sino lo que ofreceremos en el futuro”, afirmó, destacando la filosofía de “raíces y alas” que guía cada decisión dentro de la firma.
El vínculo entre Babolat y España tiene profundas raíces históricas. En la década de los 90, cuando el tenis empezó a democratizarse en el país ibérico, Babolat encontró un mercado abierto y receptivo. Jugadores emblemáticos como Carlos Moya desempeñaron un papel crucial al adoptar las raquetas azules diseñadas originalmente para principiantes. Su éxito no solo impulsó ventas, sino también credibilidad. Según Babolat, “el cambio fue rápido en España comparado con otros países”.
Carlos Alcaraz representa ahora la siguiente generación de colaboraciones estratégicas. Con paralelismos claros con Rafael Nadal, ambos comenzaron su asociación con Babolat desde edades tempranas. Eric Babolat destaca la importancia de valores más allá del rendimiento deportivo: “No es solo la calidad del producto, es la calidad de las personas involucradas”. El proceso incluye ajustes personalizados basados en observación continua y confianza mutua. “Es como una historia de amor; tratamos de anticiparnos a sus necesidades antes de que ellas mismas las verbalicen”, añadió.
La interacción entre jugadores, entrenadores y técnicos forma parte integral del desarrollo de productos. Cambios sutiles, incluso menores ajustes de peso o tensiones de cuerda, requieren pruebas meticulosas. Este enfoque garantiza que los atletas mantengan su estilo mientras exploran mejoras potenciales. Un ejemplo famoso es el Black String utilizado por Nadal, cuya implementación simbolizó la confianza depositada en Babolat.
Finalmente, Eric Babolat reconoce el impacto de nuevas formas de comunicación en el deporte actual. Mientras algunos atletas prefieren mantener privacidad, otros abrazan plenamente plataformas digitales para compartir aspectos íntimos de su vida. Esto refleja cambios culturales más amplios donde la conexión emocional juega un rol central. Modernizar el tenis sin perder su esencia tradicional sigue siendo un objetivo prioritario para Babolat, como evidenció el lanzamiento de raquetas inteligentes en 2012.
Este aniversario no solo subraya logros pasados, sino también compromisos futuros hacia tecnología avanzada y relaciones genuinas con los usuarios finales. Babolat continúa demostrando que su legado está firmemente arraigado en adaptabilidad constante y visión innovadora.