La Verificación Técnica Vehicular (VTV) es un proceso crucial para garantizar que los automóviles sean seguros para circular por las calles. Este artículo explora las modificaciones vehiculares no permitidas por la VTV y destaca los cambios propuestos en el sistema de verificación, especialmente para vehículos nuevos y comerciales. Abarca tanto las implicancias de alterar componentes esenciales del vehículo como las nuevas disposiciones temporales para diferentes tipos de vehículos.
Algunas adaptaciones estéticas o funcionales pueden resultar llamativas pero no siempre son aceptables bajo las regulaciones de la VTV. Es fundamental entender qué cambios pueden poner en riesgo la aprobación de este requisito obligatorio. Los conductores deben estar al tanto de estas restricciones para evitar inconvenientes durante la revisión técnica.
Entre las modificaciones prohibidas se encuentran aquellas que afectan el sistema de suspensión del vehículo. Un ejemplo ilustrativo es una camioneta que, debido a una modificación excesiva en su suspensión, quedó atrapada en una loma de burro. Esto demuestra cómo tales alteraciones pueden hacer que el manejo sea prácticamente inviable y, además, impiden la aprobación de la VTV. El Ministerio de Transporte especifica que debe evaluarse la eficiencia de elementos como amortiguadores y resortes helicoidales. Para superar estas dificultades, los dueños de vehículos con modificaciones no autorizadas deben revertir los cambios realizados, asegurando así que su vehículo cumpla con los estándares exigidos y pueda moverse libremente por las calles sin problemas.
Las reformas en la Ley Nacional de Tránsito traen consigo novedades significativas respecto a los plazos de la VTV. Estas modificaciones buscan ajustarse mejor a las necesidades actuales de seguridad vial y modernización del tráfico. Las jurisdicciones adheridas a esta nueva normativa experimentarán cambios en los intervalos de verificación para distintos tipos de vehículos.
Según las reformas propuestas, los vehículos cero kilómetro tendrán un periodo inicial de cinco años desde su salida de la concesionaria sin necesidad de presentarse a la VTV. Luego de este lapso, deberán someterse a la verificación cada dos años. Por otro lado, los vehículos usados y aquellos dedicados al uso comercial tendrán plazos específicos para su verificación. Los primeros deberán pasar la VTV cada 24 meses tras cumplirse la década desde su primera circulación, mientras que los segundos deben realizarla cada dos años desde que obtienen el alta para circular. Estos ajustes en los plazos buscan optimizar el proceso de verificación, asegurando que todos los vehículos en circulación cumplan con los estándares de seguridad establecidos.