Tesla ha anunciado un retiro voluntario de más de 376.000 unidades de los modelos 3 y Y fabricados durante 2023 en Estados Unidos. Este movimiento se debe a la detección de un fallo en el sistema de asistencia eléctrica de la dirección, que podría requerir un esfuerzo adicional del conductor debido a sobrevoltajes en la placa de circuito impreso (PCB). La compañía implementará una actualización de software remota para corregir el problema sin necesidad de acudir a talleres. Los propietarios recibirán notificaciones a partir del 25 de marzo de 2025.
El problema técnico identificado afecta específicamente a las placas de circuito impreso utilizadas en el sistema de asistencia de dirección. Estas placas sufren sobrecargas eléctricas que pueden comprometer su funcionamiento, lo que a su vez puede dificultar la conducción. Tesla ha desarrollado una solución digital que se aplicará automáticamente a través de una actualización de software, evitando así la necesidad de llevar los vehículos a un taller.
El defecto se origina en la PCB, donde los componentes electrónicos experimentan sobrevoltajes que interfieren con la operatividad del motor de dirección asistida. Esto puede provocar que el sistema emita alertas como "Asistencia de dirección reducida" cuando el vehículo se detiene o reanuda el movimiento, especialmente a bajas velocidades. Para abordar este inconveniente, Tesla ha diseñado una actualización remota que corrigirá el fallo en la PCB y restablecerá la funcionalidad del sistema de dirección asistida. Esta medida preventiva garantiza que los vehículos operen dentro de los parámetros de seguridad establecidos, sin interrupciones significativas en su uso diario.
Tesla ha establecido un protocolo de notificación para informar a los propietarios de los vehículos afectados. A partir del 25 de marzo de 2025, los dueños recibirán cartas informativas que explicarán el proceso de actualización y proporcionarán información sobre cómo obtener asistencia si es necesario. Además, la compañía ha habilitado líneas de contacto para resolver dudas y ofrecer soporte adicional.
Este retiro forma parte de un marco regulatorio más amplio que busca mejorar la supervisión de los sistemas electrónicos de asistencia al conductor. La NHTSA ha intensificado sus exigencias en cuanto a la revisión periódica de la integridad técnica de los vehículos, y Tesla ha respondido rápidamente para cumplir con estas normativas. En enero, se inició una investigación que involucró a 2,6 millones de unidades debido a reportes de incidentes relacionados con funciones de asistencia remota. Estas acciones demuestran el compromiso de Tesla con la seguridad y la mejora continua de sus vehículos, asegurando que estén equipados con los sistemas más avanzados y confiables disponibles en el mercado estadounidense.