En un enfrentamiento vibrante durante el Trofeo Godó, Casper Ruud logró su pase a los cuartos de final tras un desafiante encuentro frente al serbio Hamad Medjedovic. Aunque dominado por momentos, Ruud mostró su experiencia para revertir la situación y asegurar una victoria ajustada con parciales 7-5, 7-5. Este partido reflejó no solo las habilidades técnicas del campeón defensor, sino también su capacidad de adaptarse bajo presión.
El encuentro marcó una lucha constante entre ambos jugadores, donde cada set estuvo plagado de giros inesperados y puntos cruciales que definieron el resultado final. En el segundo set, especialmente, la resistencia de Medjedovic llevó al noruego a explotar sus recursos tácticos para cerrar el juego.
Desde el inicio, Ruud enfrentó dificultades significativas ante el joven talento de Medjedovic. El serbio demostró desde el primer juego una agresividad impresionante, rompiendo rápidamente el saque del campeón. Este momento inicial estableció un tono competitivo que mantuvo a Ruud sobre la cuerda durante varios juegos. Con un marcador adverso de 0-2, el noruego tuvo que recurrir a toda su concentración para recuperarse y nivelar el duelo.
El enfrentamiento inicial fue crucial para entender la dinámica del partido. Medjedovic no solo buscaba mantenerse firme, sino también tomar ventaja mediante su potente saque y golpes contundentes. Sin embargo, Ruud encontró oportunidades estratégicas para reaccionar, particularmente en el octavo juego, cuando logró imponerse y cambiar el rumbo del set. Este cambio permitió al noruego asumir gradualmente el control, aunque siempre bajo la amenaza constante de un rival decidido.
El segundo set continuó siendo un campo de batalla intenso, donde Ruud mostró su versatilidad táctica. A pesar de volver a ceder su saque, el noruego respondió con rapidez, igualando nuevamente el marcador. Este intercambio evidenció cómo ambos tenistas luchaban por mantener la iniciativa, pero fue Ruud quien finalmente supo aprovechar mejor los momentos clave.
Conforme avanzaba el set, la fatiga comenzó a afectar a Medjedovic, lo que permitió a Ruud capitalizar sus errores y consolidar su ventaja. El público vivió momentos de tensión mientras el serbio intentaba resistir hasta el final, pero la precisión y consistencia del campeón prevalecieron. En un último esfuerzo, Ruud cerró el partido con un juego perfecto, dejando claro que su experiencia y determinación son factores decisivos en competencias como estas. Este triunfo no solo le asegura un lugar en cuartos de final, sino que también refuerza su posición como uno de los favoritos del torneo.